domingo, 12 de mayo de 2013

Reciclando las "burgers"

Tildadas de comida basura, ¿cuántas veces hemos renegado de una hamburguesa? Por grasienta, porque engorda, porque es comida rápida elaborada mediante procesos de dudosa calidad. Pero lo cierto es que las hamburguesas, queramos reconocerlo o no, son míticas y todos hemos pecado alguna vez.

Las hamburguesas que conocemos y disfrutamos hoy en día son un invento exclusivamente americano. Así lo afirma el libro escrito por el conocido especialista en comida, Josh Ozersky: "The Hamburguer. A History". De hecho, hay diversas regiones de Estados Unidos en las que se “pelean” por ser las creadoras de las “hamburgers”, aunque la palabra para denominar este manjar es de origen alemán. La versión que ha adquirido más relevancia es la que sitúa el origen en el estado de Wisconsin, concretamente  'Hamburguer Charlie Nagreen', de quien se dice que, desde 1885, se dedicaba a vender las albóndigas metidas entre dos trozos de pan durante las ferias de Seymour.
Hamburguesas de canguro y ciervo en La Valentina. 
Pero ha llovido mucho desde entonces, y lo que empezó viéndose como una forma rápida de comer carne, algo saludable, ha pasado a verse como una mala costumbre alimenticia, tanto que se la llama “basura”. Y como la historia es un constante vaivén, las modas cambian y los gustos también, la idea que ha surgido y que está alcanzando fuerza es muy curiosa: ¿Por qué no convertimos la hamburguesa en todo un manjar? ¿Por qué no cambiamos el concepto de hamburguesa?
 
Así lo han hecho, parece que funciona esta nueva gastronomía y en Valencia contamos con diversos lugares a los que ir a probarlas. Por ejemplo, en el Carmen está el Restaurante Valentina, en el que lo característico son las hamburguesas de canguro, de ciervo e incluso de toro de lidia, para los que se atrevan.
También en el Carmen podemos encontrar el Mesclat, que tiene una carta de carnes muy variada, e incluso puedes disfrutar de una hamburguesa de sepia, de langostinos o de tofu, para que no solo los más “carnívoros” podamos degustar sus hamburguesas. Por unos diez euros, el restaurante ofrece hamburguesas hechas a medida para que cada uno las diseñe a su gusto.
Y ya un poco más lejos, en Elche, está Brusters, el perfecto ejemplo de reciclaje gourmet de este sencillo plato. En el que desde los entrantes hasta el postre, son de diseño.
 
Mini burgers de degustación en Brusters, Elche.
En definitiva, veremos cómo avanza este fenómeno gastronómico, parece que la aceptación está siendo buena y las míticas hamburguesas renacen de sus cenizas.
Aquí os dejo los enlaces de algunas de las hamburgueserías citadas, por si una noche queréis comer sano, pero ir a lo seguro.

2 comentarios:

  1. Sin duda iremos a probar las de Valentia en el Carmen, también hay hamburguesa de este estilo en Onion, calle ciscar y ValenBurguer, en la calle Guardia Civil de Valencia.

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  2. Os las recomiendo, son una alternativa para cenar o comer algo que nos gusta y de gran calidad... ¡Un placer para el paladar!

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